por: juan manuel lópez
Ubicado al noroeste del Estado de México, El Oro es una de las antiguas glorias mineras de esta entidad del país, fundado apenas en el siglo XVIII, creció de manera inesperada gracias a la fama de sus minas como La Esperanza, El Consuelo o La Providencia.
La fiebre por el oro, metal precioso que caracteriza al municipio, atrajo a personas de todo el mundo, en particular, a las compañías inglesas, sus construcciones reflejan todos los estilos europeos de esa época como el Teatro Juárez y el Palacio Municipal que brillan por su exquisita decoración y estilos art nouveau y neoclásico; su pintoresca estación de trenes, inaugurada en 1889, y el Museo de la Minería, el cual preserva la maquinaria y la memoria fotográfica de este pueblo en su época de esplendor.
Aunque su esplendor minero, hace mucho tiempo que se agotó, aún sigue destacando como un imán turístico de gran respeto. Sus edificios cautivan la atención de sus visitantes y los motiva a buscar referencias de su apasionante historia; además de recorrer sus calles pintorescas de suelos empedrados y así llegar a al tradicional Jardín Madero, la Capilla de Santa María de Guadalupe, el Palacio Municipal y junto a éste el famoso Teatro Juárez, auténtico tesoro arquitectónico.
Conozcamos más de su Historia
Pero con la llegada de los españoles, se descubrieron las vetas de oro y plata de la región, que pronto acercó a los jesuitas y algunos mineros que compraron terrenos para su explotación. Sus minas de oro fino fueron consideradas las segundas más ricas del mundo, solamente comparadas con las de Transvaal, en África.
El auge minero ocasionó un importante movimiento migratorio hacia la población, que alcanzó gran fama en su época de esplendor, a finales del siglo XIX y principios del XX, su población cosmopolita atrajo a ingleses, alemanes, italianos, chinos, libaneses, franceses, norteamericanos y escoceses, quienes hicieron de El Oro una ciudad con todos los servicios de las ciudades de aquella época.
Por decreto del 13 de octubre de 1902, la población recibió la categoría de ciudad y denominación de El Oro de Hidalgo en honor a Miguel Hidalgo Y Costilla quien aquí reunió seguidores que le acompañaron en su ruta independentista.
Cuando la explotación minera decreció, la ciudad fue decayendo, las empresas mineras y sus dueños la abandonaron, la grandeza de la ciudad disminuía con rapidez, hasta que fue abandonada casi en su totalidad.
Ahora el turismo es su principal actividad económica, además de considerarse Pueblo Mágico junto con Tepotzotlán, Malinalco, Valle de Bravo y Metepec, municipios mexiquenses, y este grado le ha otorgado relevancia a nivel nacional.uí para modificar.
PRINCIPALES ATRACTIVOS
En el pórtico hay un mural reciente, titulado “El Génesis Minero” realizado por Manuel D’Rugama, y en donde se muestra un panorama de este pueblo de hace un siglo, el contraste entre una elegante clase potentada, y los rudos y esforzados mineros; en el interior, en el Salón de Cabildos, se aprecia la ornamentación original que todavía se conserva en perfectas condiciones.
Ubicado a un costado del Palacio Municipal, está el Teatro Juárez, auténtico tesoro arquitectónico, con notables motivos neoclásicos franceses.
Este edificio abrió sus puertas el 5 de febrero de 1907, en la época del esplendor minero fue escenario perfecto de espectáculos de altísimo nivel con importantes artistas de aquellos tiempos, en su interior se presentaban grandes zarzuelas y óperas.
En su interior mantiene una decoración morisca, con motivos vegetales en dorado de estilo art nouveau; sus salones en madera tallada lo hacen excepcional, para concluir su recorrido, los magníficos muros de las tribunas y las pilastras, en los que se aprecian unos leones estilizados que rematan la decoración.
Se sabe que se trata de la única construcción de corte isabelino que existe en nuestro país y que hasta el día de hoy sigue ofreciendo espectáculos a sus pobladores y visitantes. En las afueras del teatro existe una tienda en donde se ofrecen toda clase de recuerdos y artesanías.
El Oro fue una de las provincias mineras más ricas y productivas, y toda esta historia se ha documentado en el Museo de la Minería, instalado en un tiro de mina, aquí se puede admirar una colección fotográfica de las principales minas, así como de sus mineros en época de bonanza. También ofrece una exposición de maquinaria y equipos de extracción, además de muestras de minerales obtenidos en las minas de la región, de las cuales, se extrajo el oro más puro del mundo.
Una población minera no está completa sin una estación de tren, la de El Oro conserva su fisonomía arquitectónica de finales del siglo XIX, esta construcción pintoresca era necesaria para transportar el preciado mineral y a sus pasajeros en esa época, hoy en día se puede seguir apreciando, y que mejor que desde un antiguo carro de tren que da vida a un singular restaurante en cuyo interior se guardan fotografías del auge minero que da encanto a este municipio.
Lo que en la época de esplendor minero fuera la bodega de la estación del tren, ahora alberga al Centro Artesanal, lugar donde se concentra la artesanía producida en el municipio, que van desde utensilios y objetos decorativos hechos principalmente de ocoxal (hojas de pino finamente trabajadas) hasta objetos hechos de latón, orfebrería, cerámica de barro cocido, tejidos de lana, y muebles tipo colonial.
Con una superficie de agua que simula un inmenso espejo rodeado de bosques de pinos, cedros y algunas hermosas fincas que ahí se han construido; la Presa Brockman es ideal para el esparcimiento, acampar, realizar comidas campestres, caminatas y practicar la pesca deportiva de la trucha. El sitio te ofrece la renta de cabañas y rústicos bungalows para hospedarte.
LO MÁS TRADICIONAL
La gastronomía típica de esta región es muy similar a la de todo el Estado de México, pero siempre sobresale la bebida tradicional llamada chiva, la cual es preparada con hierbas en infusión de alcohol y como postre la cola de macho, dulce típico preparado con frutas secas y piloncillo.
Ahora ya conoces más de este municipio, una verdadera joya de la historia colonial de México. Vista, disfruta y enamórate de El Oro, un pueblo mágico que seguramente llevarás en tu memoria y en tu corazón.