Por: Magaly Barcenas y José Luis Velasco
La conexión de la luz del sol con las distintas zonas arqueológicas existentes en México, son indispensables para su construcción. Pensar en Teotihuacán sin su pirámide del sol, o en este caso a Huamango sin relación con el solsticio de primavera es como negar la existencia de sus edificaciones, que sin importar sus dimensiones dan muestra del vínculo existente entre estos dos elementos.
Escondido entre los cerros del norte del Estado de México, y antesala de los peñascos que dan nombre al municipio de Acambay, Huamango es muestra de una cultura modesta ante la guerra pero de esplendor ante lo espiritual de sus tradiciones, un centro ceremonial que guarda contacto con la luz del sol, indicador del inicio de los procesos de siembra y cosecha de maíz.
Conoce más de este lugar representativo de la cultura otomí, rico en leyendas, historias y tradiciones ancestrales, que poco a poco irás descubriendo mientras lees este artículo.
Escondido entre los cerros del norte del Estado de México, y antesala de los peñascos que dan nombre al municipio de Acambay, Huamango es muestra de una cultura modesta ante la guerra pero de esplendor ante lo espiritual de sus tradiciones, un centro ceremonial que guarda contacto con la luz del sol, indicador del inicio de los procesos de siembra y cosecha de maíz.
Conoce más de este lugar representativo de la cultura otomí, rico en leyendas, historias y tradiciones ancestrales, que poco a poco irás descubriendo mientras lees este artículo.
Recorrido guiado por el sol
Para llegar a este paraje otomí necesitas del entusiasmo por conocer la zona arqueológica de Huamango, decisión para emprender una caminata a cuestas, durante la cual podrás apreciar la naturaleza del lugar, así como la forma de vida acambayense y por último, pero no menos importante, sensibilidad para admirar el paisaje que ofrece estar cerca de los peñascos y la hermosa vista del valle de los espejos.
Si despiertas con el alba, tendrás la oportunidad de ir a este centro ceremonial caminando, y aunque pareciera imposible pasar por los distintos caminos y veredas, recuerda que nuestros antepasados otomís lo hacían, siempre fijándose la meta de llegar a venerar a sus deidades.
Y si se preguntan ¿Por qué este lugar guarda conexión con el sol? la respuesta radica en que el fenómeno natural llamado solsticio de primavera, se hace presente en los primeros días de marzo, en donde la luz del sol pasa entremedio de un pilar desprendido de uno de los peñascos, al que también se le ha llamado “El Balcón del Diablo”, por lo imponente de su presencia.
Este fenómeno fue guía para construir el centro ceremonial otomí, ya que de igual forma, los primero rayos de luz del sol se proyectan en las pirámides, y según nuestros antepasados, eran su calendario para saber en que momento se debía sembrar la semilla de maíz y de la misma forma, en que momento comenzar su cosecha.
Si despiertas con el alba, tendrás la oportunidad de ir a este centro ceremonial caminando, y aunque pareciera imposible pasar por los distintos caminos y veredas, recuerda que nuestros antepasados otomís lo hacían, siempre fijándose la meta de llegar a venerar a sus deidades.
Y si se preguntan ¿Por qué este lugar guarda conexión con el sol? la respuesta radica en que el fenómeno natural llamado solsticio de primavera, se hace presente en los primeros días de marzo, en donde la luz del sol pasa entremedio de un pilar desprendido de uno de los peñascos, al que también se le ha llamado “El Balcón del Diablo”, por lo imponente de su presencia.
Este fenómeno fue guía para construir el centro ceremonial otomí, ya que de igual forma, los primero rayos de luz del sol se proyectan en las pirámides, y según nuestros antepasados, eran su calendario para saber en que momento se debía sembrar la semilla de maíz y de la misma forma, en que momento comenzar su cosecha.
Centro ceremonial, político y de intercambio
Cabe mencionar que el terreno sobre el cual fue erigido Huamango no era apto para su construcción, sin embargo los antiguos habitantes resolvieron este problema mediante la nivelación del terreno, en donde acondicionaron amplias terrazas sobre los que construyeron sus basamentos piramidales, hechas de piedras unidas con lodo y revestidas de lajas cuatrapeadas.
Una vez que el sol les había mostrado el lugar donde debían construir su centro ceremonial, y los antiguos otomís habían acondicionado el terreno, encontraron la razón perfecta de su ubicación, y es que estar en esta altiplanicie les permitía vigilar los movimientos de pobladores y productos de las regiones occidente y norte.
Se supone que los habitantes mantenían relaciones de distinto tipo, principalmente de comercio, con sitios de la jerarquía de Tula y de algunos asentamientos de la región de Michoacán; esto se puede deducir por los vestigios encontrados, los cuales presentan una gran variedad de cerámica, por ello se piensa que pudo haber sido un centro de intercambio de la Mesa Central con el occidente.
Probablemente también en este lugar se gestaban las decisiones políticas que beneficiaban o afectaban a todo el pueblo, ya que al estar en contacto directo con otras regiones, debían tener a alguien que comandara al pueblo a la superación y florecimiento de su cultura.
Así mismo Huamango es considerado un centro ceremonial, ya que ahí se realizaban ceremonias religiosas dedicadas a las deidades principales de los otomíes, el Padre Viejo, dios asociado con el sol y el fuego; y la Madre Vieja, diosa relacionada con la luna y la tierra, creencias que aún perduran.
Una vez que el sol les había mostrado el lugar donde debían construir su centro ceremonial, y los antiguos otomís habían acondicionado el terreno, encontraron la razón perfecta de su ubicación, y es que estar en esta altiplanicie les permitía vigilar los movimientos de pobladores y productos de las regiones occidente y norte.
Se supone que los habitantes mantenían relaciones de distinto tipo, principalmente de comercio, con sitios de la jerarquía de Tula y de algunos asentamientos de la región de Michoacán; esto se puede deducir por los vestigios encontrados, los cuales presentan una gran variedad de cerámica, por ello se piensa que pudo haber sido un centro de intercambio de la Mesa Central con el occidente.
Probablemente también en este lugar se gestaban las decisiones políticas que beneficiaban o afectaban a todo el pueblo, ya que al estar en contacto directo con otras regiones, debían tener a alguien que comandara al pueblo a la superación y florecimiento de su cultura.
Así mismo Huamango es considerado un centro ceremonial, ya que ahí se realizaban ceremonias religiosas dedicadas a las deidades principales de los otomíes, el Padre Viejo, dios asociado con el sol y el fuego; y la Madre Vieja, diosa relacionada con la luna y la tierra, creencias que aún perduran.
Leyendas del origen de un vigilante solitario
Huamango se caracteriza por ser hermoso y apacible, pero también esta lleno de interesantes leyendas. La creencia local es que fueron los otomíes quienes ocuparon este asentamiento mucho antes de que las huestes mexicas lo conquistaran y lo hicieran tributario.
Sin embargo, la leyenda más repetida dice: “Que en un principio el lugar fue construido y habitado por los toltecas de Tula y posteriormente habitado por los otomíes durante mucho tiempo. Después de un terremoto, los habitantes de Huamango salieron del sitio y se mudaron a un lugar llamado Dongú, donde formaron un nuevo centro. Más tarde se trasladaron a lo que hoy se conoce como Acambay”.
Por esta última leyenda los habitantes directos de la región, se saben descendientes de los constructores de Huamango y por esta razón es que cuidan y atienden el lugar, tanto como a sus costumbres otomíes.
Sin embargo, la leyenda más repetida dice: “Que en un principio el lugar fue construido y habitado por los toltecas de Tula y posteriormente habitado por los otomíes durante mucho tiempo. Después de un terremoto, los habitantes de Huamango salieron del sitio y se mudaron a un lugar llamado Dongú, donde formaron un nuevo centro. Más tarde se trasladaron a lo que hoy se conoce como Acambay”.
Por esta última leyenda los habitantes directos de la región, se saben descendientes de los constructores de Huamango y por esta razón es que cuidan y atienden el lugar, tanto como a sus costumbres otomíes.
El Huamango colonial
Al ser un centro donde se congregaba una gran cantidad de personas, Huamango fue el lugar perfecto para que a la llegada de los españoles se convirtiera en el centro de la enseñanza del cristianismo.
Dentro del sitio arqueológico se encuentra una capilla, justo frente a la estructura principal, fue construida para demostrar que la religión cristiana había llegado para quedarse y en la que los frailes franciscanos de Aculco llevaron una imagen de San Miguel, de este modo es que se quedó como el santo patrón de la capilla del municipio de Acambay.
Fue así como este gran centro ceremonial fue restando importancia a sus deidades otomís y sobreponiendo las cristianas, a la vez comenzaron a deshabitar el lugar, movilizándose a lo que hoy conocemos como el centro de Acambay.
Dentro del sitio arqueológico se encuentra una capilla, justo frente a la estructura principal, fue construida para demostrar que la religión cristiana había llegado para quedarse y en la que los frailes franciscanos de Aculco llevaron una imagen de San Miguel, de este modo es que se quedó como el santo patrón de la capilla del municipio de Acambay.
Fue así como este gran centro ceremonial fue restando importancia a sus deidades otomís y sobreponiendo las cristianas, a la vez comenzaron a deshabitar el lugar, movilizándose a lo que hoy conocemos como el centro de Acambay.
El redescubrimiento de la Zona Arqueológica de Huamango
Como era de suponerse al ser abandonado por sus habitantes, Huamango se cubrió de tierra, la hierba escondió los vestigios que antes formaban parte de la gloriosa cultura otomí y quedo condenado a convertirse en terrenos de cultivo, en donde la gente sembraba trigo, cebada y maíz.
Sin embargo, tiempo después se realizo una exploración de este sitio, durante el mes de noviembre de 1976 y hasta el mes de junio de 1977, como resultado de estas investigaciones, se liberaron los edificios que conformaron este sitio, en los que figuran el palacio, el altar, el templo del guerrero, el área residencial y un conjunto de plataformas habitacionales.
Hasta el día de hoy, la zona arqueológica de Huamango sigue teniendo un gran realce a nivel estatal y nacional, ejemplo de ello, es que en este lugar es donde se da inicio al Festival del Quinto Sol en el Estado de México, el cual tiene lugar en los primeros días de marzo.
Durante la apertura de este festival, en Huamango se realiza una ceremonia en la que participan distintos municipios en una danza conjunta, también se santiguan las semillas que se sembrarán en ese año, ofreciéndolas a los cuatro puntos cardinales y a cada una de las deidades otomís, y por último, se prende el fuego nuevo, el cual debe perdurar hasta que se de el cierre del festival.
Sin embargo, tiempo después se realizo una exploración de este sitio, durante el mes de noviembre de 1976 y hasta el mes de junio de 1977, como resultado de estas investigaciones, se liberaron los edificios que conformaron este sitio, en los que figuran el palacio, el altar, el templo del guerrero, el área residencial y un conjunto de plataformas habitacionales.
Hasta el día de hoy, la zona arqueológica de Huamango sigue teniendo un gran realce a nivel estatal y nacional, ejemplo de ello, es que en este lugar es donde se da inicio al Festival del Quinto Sol en el Estado de México, el cual tiene lugar en los primeros días de marzo.
Durante la apertura de este festival, en Huamango se realiza una ceremonia en la que participan distintos municipios en una danza conjunta, también se santiguan las semillas que se sembrarán en ese año, ofreciéndolas a los cuatro puntos cardinales y a cada una de las deidades otomís, y por último, se prende el fuego nuevo, el cual debe perdurar hasta que se de el cierre del festival.
Una despedida y un grato recuerdo
La paz que el lugar ofrece es indescriptible, el sonido del viento acariciando los árboles y la caminata sobre hojas secas producen un estado de armonía total que hacen de la visita una experiencia para recordar.
Una vez que nuestro espíritu está tranquilo y reposado, despedirse de Huamango es haber conocido y redescubierto a nuestro maravilloso país, entendiendo que sólo basta recorrer alguna vereda o camino para encontrar muestras de la sorprendente cultura mexicana.
Una vez que nuestro espíritu está tranquilo y reposado, despedirse de Huamango es haber conocido y redescubierto a nuestro maravilloso país, entendiendo que sólo basta recorrer alguna vereda o camino para encontrar muestras de la sorprendente cultura mexicana.