La Ciudad de México es cosmopolita por naturaleza, una urbe antigua de raíces prehispánicas, originalmente fundada por la cultura mexica y conocida como la Gran Tenochtitlan, sin embargo fue tomada por los conquistadores españoles en el siglo XV, condición que tuvo fin al momento en el que la ciudad se convirtió en el centro crucial para desarrollar la Independencia de México, y posteriormente centro de gestión del poder durante la Revolución Mexicana. Desde ese entonces, el también conocido Distrito Federal ha cambiado a pasos agigantados, las grandes construcciones invadieron sus calles, el asfalto cubrió las antiguas calles empedradas y los negocios multinacionales desfasaron a las tiendas de raya. La evolución se hizo presente tanto en su infraestructura como en su ideología.
Es por ello que la Ciudad de México ha sido testigo de siglos de historia, la cual se admira a partir de su mezcla de tradición y modernidad, condición que atrae a turistas de todo el mundo tanto por la belleza de sus edificios, como por sus museos, parques, restaurantes y tiendas que dan vida a sus mágicas colonias y barrios.
Hablando de estos últimos, en esta ocasión les presentamos uno de los más emblemáticos, por supuesto nos referimos a la delegación Coyoacán; ubicado al sur de la Ciudad de México, éste es uno de los barrios dignos de admirar y obligados de visitar, ya que en él se encuentran grandes templos, viejas casonas, plazas coloniales, mercados, museos, librerías y artesanías.
Es por ello que la Ciudad de México ha sido testigo de siglos de historia, la cual se admira a partir de su mezcla de tradición y modernidad, condición que atrae a turistas de todo el mundo tanto por la belleza de sus edificios, como por sus museos, parques, restaurantes y tiendas que dan vida a sus mágicas colonias y barrios.
Hablando de estos últimos, en esta ocasión les presentamos uno de los más emblemáticos, por supuesto nos referimos a la delegación Coyoacán; ubicado al sur de la Ciudad de México, éste es uno de los barrios dignos de admirar y obligados de visitar, ya que en él se encuentran grandes templos, viejas casonas, plazas coloniales, mercados, museos, librerías y artesanías.
Preponderante en historia, representante de la cultura
Su origen data desde el siglo VII (hacia el 670 d.C.) cuando la ciudad fue fundada por los colhuas de Culhuacán, quienes la tenían como tributaria. Sin embargo, poco después recobró su independencia para más adelante ser subordinada de los tepanecas de Azcapotzalco y terminó sometida por el imperio mexica. Sin embargo fue hasta después de la caída de Tenochtitlan que cobró mayor importancia, ya que mientras esta zona se reconstruía para dar origen a lo que hoy es el Centro Histórico, en Coyoacán se estableció de manera interina la capital de la Nueva España El “lugar de quienes tienen coyotes”, como se conocía en la época prehispánica, tenía bellos paisajes, conformados por sus abundantes manantiales, huertos, sembradíos y flores multicolores, atractivos que sedujeron a Hernán Cortés, quien decidió establecer aquí el primer Ayuntamiento y por supuesto vivir en este lugar. Los frailes franciscanos y dominicos fueron los encargados de evangelizar el lugar, construyeron pequeñas capillas y hermosos templos, los cuales se conjugaron con grandes mansiones barrocas, las que al día de hoy siguen estando en pie, y que hacen de este lugar uno de los barrios más tradicionales y dotado de un espíritu mágico dentro de la inmensidad de la Ciudad de México. |
Ciudad fundamental en la historia de México
La ciudad de Coyoacán, al estar ubicada en el centro del país y teniendo contacto directo con la Ciudad de México, fue parteaguas en diferentes acontecimientos importantes, desde ser el primer ayuntamiento formal de la Nueva España, hasta ser parte de la Batalla de Churubusco contra Estados Unidos que tuvo lugar en el siglo XIX. Sin embargo, por allá en los años treinta del siglo XX, Coyoacán seguía siendo un pueblo pintoresco, compuesto por sus haciendas, ranchos y zonas ejidales; esto lo llevó a ser reconocido como Zona Típica y Pintoresca el 5 de octubre de 1934. El agradable aire intelectual de Coyoacán se forjó a lo largo del siglo pasado, cuando la vocación cultural de una serie de artistas, escritores, historiadores y científicos hicieron de este sitio su punto de reunión y algunos, incluso, se mudaron a vivir aquí, atraídos por su carácter tradicional mexicano, aunado a sus bellas plazas, calles y casonas. |
Lugar de artistas y personalidades
Las características provincianas de Coyoacán motivaron a numerosas personalidades para que residieran en la antigua villa, personalidades de la talla de los escritores José Juan Tablada y Rubén M. Campos además del pionero investigador del arte mexicano Manuel Toussaint. Pero también se desarrolló el arte a su máxima expresión, teniendo como residentes al maestro y gran cronista Salvador Novo, el destacado pintor José Chávez Morado, los renombrados artistas Dolores del Río, Emilio “Indio” Fernández, Frida Kahlo, Manuel Álvarez Bravo, Diego Rivera, y el exiliado político León Trotsky, entre muchos otros. |
Historia y tradición, en la urbanidad de la ciudad
Al pasar los años, Coyoacán se convirtió en un lugar al que iban a descansar los fines de semana las familias más acaudaladas de la época, disfrutaban de sus plazas y jardines, pero no fue sino hasta bien entrado el siglo XX, cuando Coyoacán dejó su antigua vocación agrícola al quedar totalmente inmersa en la Ciudad de México, convirtiéndose en uno de los barrios más típicos de la metrópoli. Pasear por Coyoacán es un deleite, ya que al caminar por calles se respira tranquilidad, se observa el estilo y se contagia el espíritu intelectual. Sin embrago, este lugar tiene un atractivo más que ofrecer, ya que en algunos de sus comercios son muy conocidos y tradicionales que, por sí solos, representan un motivo para ir a su encuentro. Un claro ejemplo es la famosa cantina-restaurante La Guadalupana que data de 1932; el bar-cervecería La Puerta del Sol que recibe a los parroquianos desde 1918; y los Helados Siberia, los más famosos de Coyoacán, deleitan a los visitantes desde 1930 con sabores tradicionales y exóticos. |
Se suman a este grupo de lugares tradicionales el café “El Jarocho” y sus sucursales, el Bazar Artesanal Mexicano, que ofrece una variada muestra de productos de la zona y de todo el país, y terminamos con el Mercado de Antojitos, donde las quesadillas, sopes, tacos, pambazos, pozole y demás suculencias mexicanas están a la orden. Tu recorrido por esta ciudad debe tocar un punto sumamente importante, el Jardín Hidalgo y al zócalo de Coyoacán, que son el corazón mismo de toda esta zona, con el antiguo ayuntamiento y la catedral, cuyos interiores son muestra del esplendor barroco de México, también ahí se pueden encontrar numerosos restaurantes con terrazas al aire libre, tiendas de libros, boutiques y eso si, muchos cafés con estilos para todos los gustos.
Recorrido guiado por coyotes
Enumerar todos los atractivos de esta zona sería un tarea casi imposible, ya que cuenta con miles de posibilidades para todos los gustos y edades, depende mucho de tu interés, además de tener claro que en apariencia es un barrio pequeño, pero una vez estando ahí, te darás cuenta que no lo es en absoluto.
Te dejamos una lista hecha por la revista México Desconocido acerca de los atractivos de esta bella ciudad; elige tu itinerario y disfruta de Coyoacán.
1. En la esquina que conforman la calle principal, conocida como Francisco Sosa (y llamada tiempo atrás Calle Real), con la avenida Universidad se encuentra la pequeña Capilla de Panzacola, construida a fines del siglo XVIII, y cuya fachada preside la figura de San Sebastián; su ábside semicircular llama la atención porque recuerda a los torreones medievales de los castillos europeos.
2. A un costado de la Panzacola, se conserva un antiguo puente fechado en 1763, y que aún, libra en el lugar, el paso de las aguas del río Magdalena. La Capilla y el puente conforman un conjunto que ¡no puedes dejar de conocer!
3. A lo largo de la misma calle (Francisco Sosa), podrás conocer algunas residencias de personajes famosos, como la de Miguel Ángel de Quevedo , en la esquina con Panzacola...
4. ...así como la Casa del Sol, donde se dice que Venustiano Carranza redactó parte de la Constitución Política de 1917.
5. La Casa Alvarado es uno de los íconos de Coyoacán; fue una quinta colonial durante el siglo XVIII y su fachada destaca por la serie de ajaracas –elementos ornamentales de estilo mudéjar– que la revisten. En 1713 perteneció a un comerciante de apellido Alvarado, por eso lleva su nombre y no el del conquistador como suele creerse; el gran poeta Octavio Paz vivió los últimos días de su vida en ella y actualmente es sede de la Fonoteca Nacional.
6. Por la misma calle Francisco Sosa, circulaba -durante la primera mitad del siglo XX- el tranvía, cuya estación, es hoy una elegante tienda de vinos y carnes frías. ¡No dejes de visitarla!
7. Para tomarte un breve descanso, el lugar ideal es la acogedora y arbolada Plaza de Santa Catarina.
8. En uno de los costados de la Plaza de Santa Catarina se encuentra la Capilla de Santa Catarina de Siena, que data del siglo XVII.
9. Frente a la Plaza de Santa Catarina, una finca de grandes proporciones aloja laCasa de la Cultura Jesús Reyes Heroles, de 1780, cuando se estableció aquí una fábrica de papel; sus jardines se ven poblados de fresnos, álamos y jacarandas, típicos de los jardines de Coyoacán. ¡Te encantará!
10, 11 y 12. Tres inmuebles más figuran en el último tramo de la antigua Calle Real, de enormes árboles de grandes raíces y frondas: el del Instituto Italiano de Cultura(10), erigido entre los siglos XVII y XVIII; la Casa de Francisco Sosa (11), el “virrey de Coyoacán”, construida en el siglo XIX; y la Casa de Diego de Ordaz (12), considerada, para muchos coyoacanenses, la más bonita de la calle. Fue construida en el siglo VXIII, y bajo los desagües de piedra en forma de cañón destaca una serie de dibujos hechos por manos indígenas.
13 y 14. Al llegar al centro de Coyoacán nos reciben dos arcos de piedra sostenidos por un par de pilastras adosadas a un muro y hermosamente talladas por manos indígenas en el siglo XVI; se trata de uno de los accesos que tenía el antiguo atrio (13) de la Parroquia de Coyoacán, convertido en el Jardín Centenario (14), cuya fuente al centro reafirma el nombre de este lugar con las figuras de un par de coyotes.
15. Cruzando la calle de Centenario estarás frente a la Parroquia de San Juan Bautista, una de las más antiguas de la Ciudad de México, cuya portada fue terminada en 1582. Construida por los dominicos, tenía tres naves o corredores interiores, hasta que en 1933 fueron reducidas a una sola nave techada con una enorme bóveda donde el artista Juan Fabregat pintó escenas de la vida de Jesús en llamativos medallones.
16, 17, 18 y 19. Tras un proceso de restauración, el Jardín Hidalgo (16), corazón de Coyoacán, vuelve a recibir a miles de visitantes cada fin de semana; sobresalen en él el famoso quiosco (17), construido en Francia a fines del siglo XIX; la escultura de Miguel Hidalgo hecha por el escultor Luis Arias; la obra titulada La familia de Josué Morales; y un retoño del árbol del Tule, de Oaxaca, sembrado en el costado norte. Frente al quiosco se ubica la Casa de Cortés (18), hoy Delegación Coyoacán, erigida hacia 1755; destaca su pequeño pórtico que lleva la campana utilizada los días 15 de septiembre para dar el Grito de Independencia. En su interior, la Capilla del Registro Civil (19) luce una portada con un atractivo arco mixtilíneo barroco y alberga dos frescos del pintor Diego Rosales: La Conquista y El tormento a Cuauhtémoc.
20. Ahora toma la Calle de la Higuera, que debe su nombre al árbol que sembró en su predio el comerciante español Ginés Segovia; llamó tanto la atención de los vecinos, que muchos de ellos sembraron una especie igual en los jardines de sus casas. Al final de esta vía apreciarás la Casa Roja o de la Malinche, otro inmueble del siglo XVIII, cuya fachada muestra las ajaracas como ornamentación. La leyenda dice que en este predio Cortés asesinó en 1522 a su primera esposa, Catalina Juárez, tras su llegada a la Nueva España.
21. Frente a la casa Roja tenemos la Plaza de la Conchita, uno de los rincones más acogedores de Coyoacán; los historiadores afirman que aquí estuvo el centro ceremonial prehispánico de Coyohuacan y, por lo tanto, el asentamiento original de los españoles.
22. Cortés mandó construir en esta plaza una capilla provisional, donde se celebró la misa en la que doña Marina -la Malinche- hizo sus primeras oraciones. El templo actual data del siglo XVIII y fue dedicado a la Purísima Concepción; su atractiva fachada luce una serie de motivos florales.
23. Varios museos complementan este paseo por calles y jardines de Coyoacán, como el Museo Frida Kahlo o Casa Azul, donde se exhibe lo más importante y representativo de la obra pictórica de esta gran artista, así como su colección de 2,000 retablos y ex votos, vestimentas, utensilios de uso común y mobiliario.
24. Para los amantes de la acuarela, nada mejor que el Museo Nacional de la Acuarela instalado en una casa con hermosos jardines; éste ofrece al visitante un gran acervo de acuarelas mexicanas que van desde la época prehispánica hasta la actualidad.
25. En el Museo Nacional de las Culturas Populares, tienen cabida las diversas expresiones artísticas del pueblo mexicano a partir de 1982. ¡No te lo puedes perder!
Te dejamos una lista hecha por la revista México Desconocido acerca de los atractivos de esta bella ciudad; elige tu itinerario y disfruta de Coyoacán.
1. En la esquina que conforman la calle principal, conocida como Francisco Sosa (y llamada tiempo atrás Calle Real), con la avenida Universidad se encuentra la pequeña Capilla de Panzacola, construida a fines del siglo XVIII, y cuya fachada preside la figura de San Sebastián; su ábside semicircular llama la atención porque recuerda a los torreones medievales de los castillos europeos.
2. A un costado de la Panzacola, se conserva un antiguo puente fechado en 1763, y que aún, libra en el lugar, el paso de las aguas del río Magdalena. La Capilla y el puente conforman un conjunto que ¡no puedes dejar de conocer!
3. A lo largo de la misma calle (Francisco Sosa), podrás conocer algunas residencias de personajes famosos, como la de Miguel Ángel de Quevedo , en la esquina con Panzacola...
4. ...así como la Casa del Sol, donde se dice que Venustiano Carranza redactó parte de la Constitución Política de 1917.
5. La Casa Alvarado es uno de los íconos de Coyoacán; fue una quinta colonial durante el siglo XVIII y su fachada destaca por la serie de ajaracas –elementos ornamentales de estilo mudéjar– que la revisten. En 1713 perteneció a un comerciante de apellido Alvarado, por eso lleva su nombre y no el del conquistador como suele creerse; el gran poeta Octavio Paz vivió los últimos días de su vida en ella y actualmente es sede de la Fonoteca Nacional.
6. Por la misma calle Francisco Sosa, circulaba -durante la primera mitad del siglo XX- el tranvía, cuya estación, es hoy una elegante tienda de vinos y carnes frías. ¡No dejes de visitarla!
7. Para tomarte un breve descanso, el lugar ideal es la acogedora y arbolada Plaza de Santa Catarina.
8. En uno de los costados de la Plaza de Santa Catarina se encuentra la Capilla de Santa Catarina de Siena, que data del siglo XVII.
9. Frente a la Plaza de Santa Catarina, una finca de grandes proporciones aloja laCasa de la Cultura Jesús Reyes Heroles, de 1780, cuando se estableció aquí una fábrica de papel; sus jardines se ven poblados de fresnos, álamos y jacarandas, típicos de los jardines de Coyoacán. ¡Te encantará!
10, 11 y 12. Tres inmuebles más figuran en el último tramo de la antigua Calle Real, de enormes árboles de grandes raíces y frondas: el del Instituto Italiano de Cultura(10), erigido entre los siglos XVII y XVIII; la Casa de Francisco Sosa (11), el “virrey de Coyoacán”, construida en el siglo XIX; y la Casa de Diego de Ordaz (12), considerada, para muchos coyoacanenses, la más bonita de la calle. Fue construida en el siglo VXIII, y bajo los desagües de piedra en forma de cañón destaca una serie de dibujos hechos por manos indígenas.
13 y 14. Al llegar al centro de Coyoacán nos reciben dos arcos de piedra sostenidos por un par de pilastras adosadas a un muro y hermosamente talladas por manos indígenas en el siglo XVI; se trata de uno de los accesos que tenía el antiguo atrio (13) de la Parroquia de Coyoacán, convertido en el Jardín Centenario (14), cuya fuente al centro reafirma el nombre de este lugar con las figuras de un par de coyotes.
15. Cruzando la calle de Centenario estarás frente a la Parroquia de San Juan Bautista, una de las más antiguas de la Ciudad de México, cuya portada fue terminada en 1582. Construida por los dominicos, tenía tres naves o corredores interiores, hasta que en 1933 fueron reducidas a una sola nave techada con una enorme bóveda donde el artista Juan Fabregat pintó escenas de la vida de Jesús en llamativos medallones.
16, 17, 18 y 19. Tras un proceso de restauración, el Jardín Hidalgo (16), corazón de Coyoacán, vuelve a recibir a miles de visitantes cada fin de semana; sobresalen en él el famoso quiosco (17), construido en Francia a fines del siglo XIX; la escultura de Miguel Hidalgo hecha por el escultor Luis Arias; la obra titulada La familia de Josué Morales; y un retoño del árbol del Tule, de Oaxaca, sembrado en el costado norte. Frente al quiosco se ubica la Casa de Cortés (18), hoy Delegación Coyoacán, erigida hacia 1755; destaca su pequeño pórtico que lleva la campana utilizada los días 15 de septiembre para dar el Grito de Independencia. En su interior, la Capilla del Registro Civil (19) luce una portada con un atractivo arco mixtilíneo barroco y alberga dos frescos del pintor Diego Rosales: La Conquista y El tormento a Cuauhtémoc.
20. Ahora toma la Calle de la Higuera, que debe su nombre al árbol que sembró en su predio el comerciante español Ginés Segovia; llamó tanto la atención de los vecinos, que muchos de ellos sembraron una especie igual en los jardines de sus casas. Al final de esta vía apreciarás la Casa Roja o de la Malinche, otro inmueble del siglo XVIII, cuya fachada muestra las ajaracas como ornamentación. La leyenda dice que en este predio Cortés asesinó en 1522 a su primera esposa, Catalina Juárez, tras su llegada a la Nueva España.
21. Frente a la casa Roja tenemos la Plaza de la Conchita, uno de los rincones más acogedores de Coyoacán; los historiadores afirman que aquí estuvo el centro ceremonial prehispánico de Coyohuacan y, por lo tanto, el asentamiento original de los españoles.
22. Cortés mandó construir en esta plaza una capilla provisional, donde se celebró la misa en la que doña Marina -la Malinche- hizo sus primeras oraciones. El templo actual data del siglo XVIII y fue dedicado a la Purísima Concepción; su atractiva fachada luce una serie de motivos florales.
23. Varios museos complementan este paseo por calles y jardines de Coyoacán, como el Museo Frida Kahlo o Casa Azul, donde se exhibe lo más importante y representativo de la obra pictórica de esta gran artista, así como su colección de 2,000 retablos y ex votos, vestimentas, utensilios de uso común y mobiliario.
24. Para los amantes de la acuarela, nada mejor que el Museo Nacional de la Acuarela instalado en una casa con hermosos jardines; éste ofrece al visitante un gran acervo de acuarelas mexicanas que van desde la época prehispánica hasta la actualidad.
25. En el Museo Nacional de las Culturas Populares, tienen cabida las diversas expresiones artísticas del pueblo mexicano a partir de 1982. ¡No te lo puedes perder!