Por: Juan Manuel López
Una excelente estrategia para disminuir el estrés, la ansiedad y por supuesto la aburrición es reír a carcajadas; la también nombrada risoterapia está destinada a mejorar el estado físico y psicológico de sus pacientes, ya que cuando una persona ríe, además de mejorar su estado de ánimo, también se generan sustancias benéficas para su organismo de cara a diferentes patologías y/o enfermedades.
Los motivos para producir una carcajada pueden ser muchos y muy variados, desde ver caer a alguien chuscamente hasta deleitarse el oído con los chistes que cuentan infinidad de comediantes, y ya que hablamos de ellos, México es un país en donde la mayoría de las personas sabemos mínimo un chiste, de aquí que existan tantas personas dedicadas a mejorar el humor de nuestra nación.
En esta ocasión hablaré de un comediante en específico, aquel que ha hecho reír a generaciones completas con su juego de palabras que parecieran decir nada pero que dicen mucho, aquel personaje que nace del intelecto de un genio de la improvisación y que su humor no sólo es cuestión de hacer reír a la gente, sino también de hacerla pensar, sentir y razonar acerca de distintos temas presentes en México y el mundo, por supuesto me refiero a Cantinflas.
Los motivos para producir una carcajada pueden ser muchos y muy variados, desde ver caer a alguien chuscamente hasta deleitarse el oído con los chistes que cuentan infinidad de comediantes, y ya que hablamos de ellos, México es un país en donde la mayoría de las personas sabemos mínimo un chiste, de aquí que existan tantas personas dedicadas a mejorar el humor de nuestra nación.
En esta ocasión hablaré de un comediante en específico, aquel que ha hecho reír a generaciones completas con su juego de palabras que parecieran decir nada pero que dicen mucho, aquel personaje que nace del intelecto de un genio de la improvisación y que su humor no sólo es cuestión de hacer reír a la gente, sino también de hacerla pensar, sentir y razonar acerca de distintos temas presentes en México y el mundo, por supuesto me refiero a Cantinflas.
Por un lado es mucho, pero por otro es poco.
Mario Moreno “Cantinflas” nació un 12 de agosto pero de 1911, desde esa fecha el mundo se prepararía para conocer a uno de los más grandes comediantes. Su trabajo comenzó en un cuadrilátero al querer ser boxeador, pero “el Chato” (así le apodaban) fue noqueado en el primer round de su primera pelea, experiencia que lo hizo colgar los guantes y comenzar a noquear a la gente pero con su humor cargado de improvisación e ingenio.
Sus primeros trabajos como comediante eran en distintas carpas de la Ciudad de México, y poco a poco fue llamando la atención y cariño de quienes frecuentaban ese tipo de espectáculos, sin embargo no fue hasta que Mario Moreno creo a su singular personaje “Cantinflas” inspirado en los habitantes de los barrios pobres, usando pantalones holgados, un lazo como cinto y un bigote peculiar.
El nombre de Cantinflas es igual de peculiar que su personalidad y su forma de explicar cosas que a veces parecen inexplicables, según Carlos Monsiváis existe una leyenda acerca del origen del nombre de este personaje creado por el joven Mario Moreno, y narra que...
Una vez que el personaje tenía forma, cara y nombre, se impregno de la habilidad y creatividad de Mario Moreno para recrear situaciones que aunque parecieran muy comunes, hacían reír a infinidad de personas quienes repetían sus frases por doquier, veían las películas que protagonizaba y mejoraban su humor al apreciar el arte dramático de este gran comediante.
Mario Moreno “Cantinflas” nació un 12 de agosto pero de 1911, desde esa fecha el mundo se prepararía para conocer a uno de los más grandes comediantes. Su trabajo comenzó en un cuadrilátero al querer ser boxeador, pero “el Chato” (así le apodaban) fue noqueado en el primer round de su primera pelea, experiencia que lo hizo colgar los guantes y comenzar a noquear a la gente pero con su humor cargado de improvisación e ingenio.
Sus primeros trabajos como comediante eran en distintas carpas de la Ciudad de México, y poco a poco fue llamando la atención y cariño de quienes frecuentaban ese tipo de espectáculos, sin embargo no fue hasta que Mario Moreno creo a su singular personaje “Cantinflas” inspirado en los habitantes de los barrios pobres, usando pantalones holgados, un lazo como cinto y un bigote peculiar.
El nombre de Cantinflas es igual de peculiar que su personalidad y su forma de explicar cosas que a veces parecen inexplicables, según Carlos Monsiváis existe una leyenda acerca del origen del nombre de este personaje creado por el joven Mario Moreno, y narra que...
- “Intimidado por el pánico escénico, una vez en la carpa Ofelia olvidó su monólogo original. Comenzó a decir lo primero que le viene a la mente en una completa emancipación de palabras y frases y lo que sale es una brillante incoherencia. Los asistentes lo atacan con la sintaxis y él se da cuenta: el destino ha puesto en sus manos la característica distintiva, el estilo que es la manipulación del caos. Semanas después, se inventa el nombre que marcará la invención. Alguien, molesto por las frases sin sentido grita: «Cuánto inflas» o «en la cantina inflas», la contracción se crea y se convierte en la prueba del bautismo que el personaje necesita.”
Una vez que el personaje tenía forma, cara y nombre, se impregno de la habilidad y creatividad de Mario Moreno para recrear situaciones que aunque parecieran muy comunes, hacían reír a infinidad de personas quienes repetían sus frases por doquier, veían las películas que protagonizaba y mejoraban su humor al apreciar el arte dramático de este gran comediante.
No estoy para que ustedes me digan, ni yo para decírselos...
Durante más de medio siglo, el ingenio de Mario Moreno se hizo presente en más de 50 películas donde participó como escritor de seis de ellas, entre los títulos más sobresalientes se encuentran “El bolero de Raquel” (1956), “El padrecito” (1965) que sería su primera película a color, “Sube y baja” (1958) o “El profe” (1971), todas éstas dirigidas por Miguel Delgado, con quien también rodó su último largometraje en 1981 titulado “El Barrendero”.
Su humor de lo absurdo representó la humildad, la burla, y también la crítica que hicieron reír a millones de personas; las carcajadas que produce ver una película de Cantinflas son motivo para verlas una y otra vez, cabe aclarar que no todo es risa, también hay reflexiones moralizantes de acuerdo a cada uno de sus personajes, los cuales son un motivo para mejorar, ver la vida desde un aspecto diferente a lo que estamos acostumbrados.
Quién no recuerda la interpretación del “profe”, donde Cantinflas hace alarde de la vocación por la enseñanza desvirtuando a los caciques y sus acciones que sólo buscan el beneficio propio, o aquella magistral interpretación en “El padrecito” en la que dejó en claro que la iglesia está para servir a la gente y no al revés; y porqué no, finalizar con un personaje entrañable como “El señor doctor”, que en particular es mi favorito.
Sin embargo no importa la película que elijas ver, todas cumplen con el objetivo: hacerte reír, reflexionar, motivarte y por supuesto disfrutar del gran comediante que es CANTINFLAS.
Durante más de medio siglo, el ingenio de Mario Moreno se hizo presente en más de 50 películas donde participó como escritor de seis de ellas, entre los títulos más sobresalientes se encuentran “El bolero de Raquel” (1956), “El padrecito” (1965) que sería su primera película a color, “Sube y baja” (1958) o “El profe” (1971), todas éstas dirigidas por Miguel Delgado, con quien también rodó su último largometraje en 1981 titulado “El Barrendero”.
Su humor de lo absurdo representó la humildad, la burla, y también la crítica que hicieron reír a millones de personas; las carcajadas que produce ver una película de Cantinflas son motivo para verlas una y otra vez, cabe aclarar que no todo es risa, también hay reflexiones moralizantes de acuerdo a cada uno de sus personajes, los cuales son un motivo para mejorar, ver la vida desde un aspecto diferente a lo que estamos acostumbrados.
Quién no recuerda la interpretación del “profe”, donde Cantinflas hace alarde de la vocación por la enseñanza desvirtuando a los caciques y sus acciones que sólo buscan el beneficio propio, o aquella magistral interpretación en “El padrecito” en la que dejó en claro que la iglesia está para servir a la gente y no al revés; y porqué no, finalizar con un personaje entrañable como “El señor doctor”, que en particular es mi favorito.
Sin embargo no importa la película que elijas ver, todas cumplen con el objetivo: hacerte reír, reflexionar, motivarte y por supuesto disfrutar del gran comediante que es CANTINFLAS.
Tons, como quien dice...
Ver una película de Cantinflas te mantiene en Armonía, y tal vez te preguntes ¿por qué? La respuesta es simple y se ha expuesto desde el inicio de esta humilde nota: porque ríes a carcajadas, no hay forma de no hacerlo, su humor es contagioso, motivante y reflexivo.
Es por ello que el mundo cinematográfico lo reconoció, a tal grado que personajes como el afamado mimo Charles Chaplin manifestó su admiración por su trabajo, e incluso intentó rodar una película con el cómico azteca pero no hubo resultados favorables.
Y es que no existe forma para no reírse con Cantinflas, si su verborrea es inigualable y propia de su personaje, toda una institución de las evasivas y el no comprometerse con los juicios, sin embrago usaba a la perfección estas dos características para hacer duras críticas a los errores y abusos de políticos y gobernantes del México de su época.
Y esas críticas siguen siendo parte de esta terapia en la que sacamos nuestro estrés y frustraciones, así como el mexicano se mofa de la muerte así mismo lo hace de sus políticos, y es en este momento que disfrutamos tanto que alguien lo haga de cara a esos personajes de autoridad, para experimentar el sacar nuestra ansiedad de no poder reclamarle frente a frente a esas personas, por ello le agradecemos a Cantinflas con una dotación de carcajadas.
Ver una película de Cantinflas te mantiene en Armonía, y tal vez te preguntes ¿por qué? La respuesta es simple y se ha expuesto desde el inicio de esta humilde nota: porque ríes a carcajadas, no hay forma de no hacerlo, su humor es contagioso, motivante y reflexivo.
Es por ello que el mundo cinematográfico lo reconoció, a tal grado que personajes como el afamado mimo Charles Chaplin manifestó su admiración por su trabajo, e incluso intentó rodar una película con el cómico azteca pero no hubo resultados favorables.
Y es que no existe forma para no reírse con Cantinflas, si su verborrea es inigualable y propia de su personaje, toda una institución de las evasivas y el no comprometerse con los juicios, sin embrago usaba a la perfección estas dos características para hacer duras críticas a los errores y abusos de políticos y gobernantes del México de su época.
Y esas críticas siguen siendo parte de esta terapia en la que sacamos nuestro estrés y frustraciones, así como el mexicano se mofa de la muerte así mismo lo hace de sus políticos, y es en este momento que disfrutamos tanto que alguien lo haga de cara a esos personajes de autoridad, para experimentar el sacar nuestra ansiedad de no poder reclamarle frente a frente a esas personas, por ello le agradecemos a Cantinflas con una dotación de carcajadas.
¿No que no chato?
Está por demás decir que Mario Moreno ha sido uno de los cómicos iberoamericanos con más éxito a nivel mundial, aunque muchos no comprendamos al cien porciento lo que representa Cantinflas, lo que encerraban sus gestos y su doble sentido.
Al día de hoy su carisma y talento siguen cosechando premios con los que se reconoce su trabajo, distintos homenajes póstumos e incluso una película biográfica figuran dentro de estos. Sin embargo cabe resaltar que a nivel internacional fue acreedor del Globo de Oro (prestigiado premio estadounidense) como Mejor Actor en 1957 por la película “La vuelta al mundo en ochenta días” y por otro lado, su internacionalización llegó hasta el prestigiado Paseo de la Fama en Hollywood, donde hasta el día de hoy se puede apreciar la estrella que lleva su nombre.
Ya para concluir, les dejo una frase de este gran comediante, una frase que engloba lo que en esta ocasión quería compartirles como parte de esta sección, la felicidad y el amor por uno mismo y el prójimo, Cantinflas era consiente, por eso nos regalo tantos buenos momentos con sus actuaciones.
Yo amo, tú amas, él ama, nosotros amamos, ustedes aman, ellos aman. Ojalá no fuese conjugación sino realidad
Está por demás decir que Mario Moreno ha sido uno de los cómicos iberoamericanos con más éxito a nivel mundial, aunque muchos no comprendamos al cien porciento lo que representa Cantinflas, lo que encerraban sus gestos y su doble sentido.
Al día de hoy su carisma y talento siguen cosechando premios con los que se reconoce su trabajo, distintos homenajes póstumos e incluso una película biográfica figuran dentro de estos. Sin embargo cabe resaltar que a nivel internacional fue acreedor del Globo de Oro (prestigiado premio estadounidense) como Mejor Actor en 1957 por la película “La vuelta al mundo en ochenta días” y por otro lado, su internacionalización llegó hasta el prestigiado Paseo de la Fama en Hollywood, donde hasta el día de hoy se puede apreciar la estrella que lleva su nombre.
Ya para concluir, les dejo una frase de este gran comediante, una frase que engloba lo que en esta ocasión quería compartirles como parte de esta sección, la felicidad y el amor por uno mismo y el prójimo, Cantinflas era consiente, por eso nos regalo tantos buenos momentos con sus actuaciones.
Yo amo, tú amas, él ama, nosotros amamos, ustedes aman, ellos aman. Ojalá no fuese conjugación sino realidad